Aumenta en 50% el número de puntos críticos en las carreteras brasileñas
InfraestructuraEntre los principales problemas se encuentran la caída de barreras, puentes caídos y angostos, erosión en la vía y agujeros grandes.
2022 registró 2.610 puntos críticos en las carreteras brasileñas, relacionados con problemas de infraestructura que interfieren en la fluidez de los vehículos, comprometen la seguridad de las personas, aumentan la posibilidad de accidentes y generan costos de transporte adicionales. Este número es 50% superior al identificado en 2021, cuando se registraron 1.739 ocurrencias. Los problemas son serios, ya que se multiplican cada año y se concentran mayoritariamente en las carreteras de gestión pública.
Los datos forman parte del estudio Transporte por Carretera – Los Puntos Críticos de las Carreteras Brasileñas, lanzado por la Confederación Nacional de Transportes (CNT), documento que trae la serie histórica de los puntos críticos identificados en la Encuesta de Carreteras de la CNT de 2012 a 2021, complementado con una edición del Radar del Transporte de la CNT, con datos actualizados para 2022.
La publicación muestra un panorama de la degradación de la red vial brasileña: en 2012, el usuario encontró, en promedio, un punto crítico cada 372,4 kilómetros recorridos; en 2022, comenzó a tener un incidente cada 44 kilómetros. Aún en 2022, Minas Gerais fue la Unidad de la Federación que se destacó en caída de barrera (123) y erosión en las vías (182). Pará tuvo el mayor registro de agujeros grandes (291).
En general, las carreteras públicas estatales se destacaron negativamente en cuanto a la densidad de puntos críticos. En 2021, por ejemplo, se destacaron las carreteras CE-183, PA-447 y MA-303, con 4,83, 4,29 y 3,23 puntos críticos por cada 10 kilómetros relevados, respectivamente, siendo todos estos casos tramos con ocurrencia de agujeros grandes.
Además de la serie histórica, el estudio también presenta las características y causas de la aparición de puntos críticos, así como las acciones necesarias para solucionarlos, que incluyen medidas de emergencia a adoptar cuando se presenta un punto crítico y pautas generales sobre cómo corregirlo.
Para solucionar los problemas identificados en 2021, se estimó una inversión de R$ 1,81 mil millones. La mayor parte debería asignarse a las intervenciones en segmentos con agujeros grandes. A medida que continuaron los hechos y surgieron nuevos, en 2022 el valor aumentó a R$ 5,24 mil millones, lo que representa cerca del 28% de todos los recursos asignados al entonces Ministerio de Infraestructura, previstos en la Ley Anual de Presupuesto (LOA) de 2023.
La gestión y vigilancia de las carreteras, que va más allá de la conservación de la infraestructura, tiene efectos positivos para la sociedad, ya que la inversión en obras de mantenimiento y prevención de puntos críticos, o en la corrección inmediata de un problema, en general, es inferior a los costes generados por el para toda la sociedad.
Por: Santelmo Camilo